SE TERMINA EL AÑO

Una vez más estamos  en presencia de un fin de año lectivo donde las realidades y los avances son catalogados por cada sujeto de la actividad educativa.

Volvemos a preocuparnos por la calidad de la educación, por la participación de los padres en este trabajo riguroso y  cautivador de la educación.

Se ven venir las palabras de siempre: es que mi hijo debe mucho?

Profesor cuándo le puedo recuperar?

Pero si él (ella) en la casa siempre ha sido muy juicioso( a).

Y tiene que volver hacer la evaluación, por qué no  le pone un trabajito?

¡Profe necesito recuperar esto ya!

Y se vuelve a repetir una película año tras año, donde siempre es el profesor o muy cuchilla o le tiene bronca al alumno.

Cada año se le ve al profesor los defectos, no se le acredita su bondades y mejoras; pero el estudiante es  una víctima más del proceso que cada año se da en las instituciones.

Hay preocupación todo el año  , día a  día, período a período por las instituciones y la búsqueda de una alianza entre padres, alumno , profesores e institución; siendo esto solo una buena intención ya  que se deja sola a la institución y a sus profesores que resuelvan el dilema y donde siguen siendo los culpables de la educación en Colombia.

No se ha terminado un nuevo programa enviado por el ministerio de educación para implementar otro y sin conseguir el acople y sin encontrar las bondades del anterior.

Son las instituciones y sus actores los responsables de cuanto trabajo , de cuanta encuesta se inventan de paso por las instituciones políticas para que luego se diga que los profesores viven muy bueno.

Si se hace un microcentro hay que entrar a darle razón a todo el mundo , pues siempre se piensa que se fueron de rumba , que están descuidando la educación  y que por eso los estudiantes no aprenden y pierden tiempo.

Pero no se piensa en los diferentes profesores que tienen que ser padre, madre, hermano, psicólogo, médico y consejero para con sus aprendices y el tiempo extra que se dedica a la resolución de todo tipo de situaciones , sin contar con los desplazamientos de horas para que algunos lleguen a sus sitios de trabajo; sin mirar la realidad de estar al día con lo pretendido con las políticas gubernamentales de la educación y más aún se deja de tener en cuenta que el profesor también es padre, madre, hijo, hija, esposo, esposa y que necesita espacios para la solución de sus propios situaciones.

Ser profesor, maestro o como se le quiera decir no es fácil; pero cuando finaliza un año como el 2012, muchos alumnos empezaron a leer y escribir y ello es un gran premio para muchos; otros se van dejando una ruidosa soledad en sus aulas y con ellos se van  los corazones de muchos; otros se hicieron más grandes  en  lo físico y en lo intelectual y ello causa orgullo.

Otros se aproximan a su profesor (a) para despedirse y emprender una nueva vida  y se llevan el alma de su maestro y por último tal vez olvidando  muchos otros, llegan nuevos aprendices y  se les recibe con un cariño y amor como el que se llevaron los que partieron.

Seguramente muchos maestros como yo damos gracia al creador por habernos regalado una profesión tan bella y si nos pusieran de nuevo a escoge volveríamos a ser maestros.

Por ellos hoy a manera de despedida  saludo y agradezco ese bonito gesto de ser quienes se esmeran y agotan su existencia a la hermosa labor de educar.

Quiero pues que el año que viene vuelvan a sentir las risas, los gritos y los pasos de sus alumnos que en su interior vuelven a recibir lo mejor  de todo, el saber.

DIEGO DE J. LEMUS CANO

LIC. EN FILOSOFÍA Y LETRAS